Cirugía facial
Las operaciones de cirugía facial son aquellas que tienen que ver con el rostro y son mucho más variadas de lo que puede parecer. Cada vez hay más y más avanzados métodos para corregir cualquier defecto del rostro o conseguir que este sea más armonioso.
Aunque la cirugía facial era en el pasado algo casi exclusivo de las mujeres, hoy son tanto ellas como ellos los que acuden para realizarse retoques en el rostro que les ayuden a verse mucho mejor.
Cirugía facial: los ojos y los labios
La cirugía facial que se refiere a los ojos se conoce también como cirugía de la mirada. Consisten en operarse los párpados para lograr diferentes efectos, como eliminar las antiestéticas bolsas que se producen justo bajo los ojos.
También es posible elevar un poco el rabillo del ojo mediante una sencilla intervención de modo que desaparezca esta típica mirada triste tan característica de las personas con los párpados superiores ligeramente caídos.
Las operaciones de labios también tienen varios objetivos: la modificación del volumen de los labios o su relleno para lograr un efecto rejuvenecimiento, lo cual se realiza mediante una sencilla intervención de medicina estética.
Modificar el volumen de los labios ya requiere de la intervención de un cirujano estético, ya sea para aumentar el grosor de los mismos y darles mayor sensualidad o para realizar una operación para reducir su volumen, corrigiendo así una intervención anterior que se ha visto alterada por el paso del tiempo.
Cirugía facial: Las orejas y la nariz
El tamaño y la forma de las orejas y de la nariz es uno de los campos en los que más trabaja la cirugía facial porque en ambos casos es habitual que haya personas que sufren mucho complejo por estas causas.
Las conocidas como orejas de soplillo son una de las intervenciones más habituales de otoplastia, aunque en los últimos años es común realizar reconstrucciones del lóbulo de la oreja a personas que se han realizado dilataciones y que se han arrepentido con el paso del tiempo.
Las rinoplastias son también muy habituales, tanto para corregir el tamaño de la nariz como para enderezar un tabique torcido o modificar la forma de dicho tabique para que luzca más recto.
Cirugía facial: Rostro más armonioso
En algunos casos, la cirugía facial debe de tocar varios puntos del rostro para conseguir que la forma sea mucho más armoniosa. Por ejemplo, una persona con una barbilla muy prominente quizás necesite retocar también ligeramente una nariz afilada o unos pómulos demasiado hundidos para lograr que su cara se vea totalmente equilibrada y bonita.
Es habitual que algunas personas que llegan a la consulta para operarse solo una parte de su rostro descubran que la solución está en retocar muy ligeramente varios puntos del mismo, consiguiendo así un resultado mucho más notorio.
Cirugía facial: Hacia la eterna juventud
Otro de los puntos más importantes de la cirugía facial es el que tiene que ver con el rejuvenecimiento del rostro. En este terreno son habituales las operaciones encaminadas a alisar arrugas o a corregir la forma del óvulo facial el cual suele descolgarse debido a la flacidez fruto del paso del tiempo.
Las inyecciones de botulina o los rellenos faciales son una buena manera de combatir las primeras arruguitas y marcas de expresión, pero con el paso del tiempo se hace necesaria la intervención del bisturí para borrar las huellas de los años, al menos en su mayor parte.
Los estiramientos y los implantes de grasa en el rostro para sustituir la que se va perdiendo con el paso del tiempo son dos operaciones muy habituales, aunque algunas de las que ya hemos visto, como la cirugía de la mirada, tiene también un claro componente rejuvenecedor.