Hiperhidrosis en axilas

Hiperhidrosis

Se conoce como hiperhidrosis al problema de sudoración excesiva que padecen algunas personas. En algunas ocasiones, esta sudoración está acompañada de un fuerte olor, lo que empeora el problema. Ese mal olor se conoce con el nombre de bromhidrosis.

En la mayoría de los casos la hiperhidrosis no está relacionada con la temperatura del ambiente, sino que la persona suda copiosamente sin importar que haga frío o calor y sin tener que estar en movimiento. Por ejemplo, el sudor puede hacer su aparición estando sentados en su mesa de trabajo a una temperatura normal.

Hay diferentes tipos de hiperhidrosis dependiendo de si ha existido desde el nacimiento o ha sido causada por alguna enfermedad. También se valora el grado de sudoración y cómo influye en la vida del paciente. El dermatólogo es el encargado de tratar este problema que puede condicionar gravemente las relaciones sociales de quién lo sufre.

Hiperhidrosis y su influencia en la vida normal del paciente

Muchos pacientes afirman que la hiperhidrosis les produce muchos más complejos y problemas que una nariz demasiado grande o incluso un sobrepeso notable. Esto es así especialmente cuando hay mal olor.

Y es que no importan cuánto se laven o cuánta cantidad de desodorantes o de antitranspirantes usen, al final la ropa acaba mojada y el olor se hace insoportable para cualquiera que esté cerca. Incluso aunque nadie diga nada y comprendan perfectamente el problema, para quién lo sufre es una situación tremendamente embarazosa.

Muchas personas con este problema han dejado de hacer vida social, ya que no quieren acudir a lugares en los que hay mucha gente porque eso acrecienta su problema. Además, son muy reacios a conocer a nuevas personas debido al miedo al rechazo.

La sudoración excesiva puede causar inseguridad en la persona, lo que repercute negativamente en sus relaciones de pareja y también en su vida laboral, pudiendo incluso acabar por ser causa de una depresión.

Pero hay que pensar que es un terreno en el que se está trabajando mucho en los últimos años y que aunque ya existen soluciones para muchos casos, pronto se espera que haya métodos todavía mejores y más rápidos.

Hiperhidrosis y su tratamiento en medicina estética dermatológica

Ya hemos dicho que existen diferentes tipos de hiperhidrosis y por tanto, también diferentes tratamientos. Uno de los más habituales cuando el problema tiene lugar en las axilas, es la toxina botulínica. Esta se inyecta en la zona a tratar y se consigue que paralice los nervios causantes de la sudoración excesiva.

Como los efectos de la botulina desaparecen al cabo de un tiempo, es necesario repetir el tratamiento cada cierto tiempo para que continúe siendo efectivo.

Otro método que también ha demostrado efectividad para combatir este problema es la iontoforesis, que consiste en la introducción de diferentes sustancias en la piel para ayudar a frenar la sudoración. Esta introducción se realiza con la ayuda de corrientes eléctricas.

En casos muy extremos se puede llegar a operar al paciente para extraerle las glándulas sudoríparas, pero en todo caso se trata de un procedimiento excepcional en el que no se debe de pensar en primer lugar.

Actualmente, se está trabajando con el láser para combatir la hiperhidrosis, pero todavía se están llevando a cabo estudios, por lo que no se conoce aún el auténtico impacto del láser a medio y a largo plazo.

En los casos en los que la sudoración puede ser debida a nervios se recomienda que también se trate este problema con un profesional de la psicología, para que ayude al paciente a superar esos estados de estrés que le hacen producir tanto sudor.