Rejuvenecimiento cutáneo

El envejecimiento es un proceso natural. Con el paso del tiempo la piel comienza a perder tersura debido a que las células tardan mucho más en renovarse. Se reduce la cantidad de colágeno que hay en la piel y eso causa la pérdida de hidratación. Como consecuencia, aparecen las marcas de expresión que con el tiempo dan lugar a las arrugas.

Este proceso natural puede verse acelerado por la acción de los rayos ultravioletas, los cuales actúan en la piel cuando se toma el sol sin la debida protección. Estos rayos tienen un efecto acumulativo a lo largo de la vida, por eso es tan importante utilizar cremas protectoras desde la infancia. El uso de rayos UVA también puede hacer que la piel aparente más años de los que en realidad tiene.

Además de arrugas la piel comienza a tomar un tono más apagado y pueden aparecer manchas consecuencia del sol. El óvalo facial pierde definición y, progresivamente, la piel del rostro comienza a perder elasticidad lo que afecta a los rasgos faciales. Un ejemplo muy evidente es la caída de la comisura de los labios.

¿Es inevitable envejecer?

Si se entiende como envejecer al hecho de cumplir años, evidentemente es algo inevitable, pero lo que si se pueden corregir son los efectos del paso del tiempo. Es cierto que no se puede parar el reloj y que una persona no puede verse igual con sesenta años que con treinta. Pero no hay que resignarse a que la edad se refleje en la piel, especialmente en la del rostro.
Hay varios modos de tratar de frenar los efectos del envejecimiento. Los principales son tres:

-La cosmética. Dentro de este apartado se incluirían los tratamientos en crema, sueros o ampollas que se aplican en casa o en centros de estética. Un ejemplo serían las mascarillas hidratantes corporales o faciales.
-La medicina estética, especialmente la dermatología estética. Estamos hablando de tratamientos estéticos no quirúrgicos que necesitan de la intervención de un médico, principalmente un dermatólogo, para su aplicación. Se realizan en clínicas especializadas. Los peelings químicos podrían ser un buen ejemplo de estos tratamientos.
-La cirugía estética. Nos referimos a intervenciones quirúrgicas en las que tiene que actuar un cirujano plástico o cirujano estético ya que en España se trata de la misma especialidad. Posiblemente, el ejemplo más conocido de rejuvenecimiento cutáneo mediante técnica quirúrgica sea el lifting.

La medicina estética y el rejuvenecimiento cutáneo

Muchas personas quieren retrasar el proceso de envejecimiento e incluso revertirlo una vez que ya han hecho aparición los primero signos. Pero el paso por quirófano no es algo que entre en sus planes, al menos en un primer momento.
La medicina estética puede dar respuesta a esta necesidad, ofreciendo una amplia variedad de tratamientos no quirúrgicos tanto de carácter preventivo como corrector. El ácido hialurónico, por ejemplo, aporta volumen al rostro y ayuda a borrar las huellas del cansancio y a rellenar los surcos que aparecen entre el labio y la nariz.

La toxina botulínica contribuye a tensar la piel del entrecejo, la frente y alrededor de los ojos eliminando las marcas de expresión y suavizando las arrugas. Si se aplica en su justa medida y por profesionales cualificados, esta toxina puede ofrecer resultados muy naturales.

Una de las últimas aportaciones de la medicina estética dermatológica son los peelings químicos, que ayuda a quitar manchas, a disminuir las cicatrices de la piel causadas por el acné y a atenuar las arrugas.

La medicina estética dermatológica para el rejuvenecimiento cutáneo es cada vez más utilizada por hombres y por mujeres porque no es agresiva, no modifica la expresión del rostro ni sus rasgos y sus efectos son altamente satisfactorios.