Horas delante de un ordenador, levantarse por la noche para atender a los niños, descansos poco reparadores y mucho estrés están entre las causas de lo que conocemos como mirada cansada. Los ojos pierden parte de su brillo, los párpados se hinchan,aparecen las antiestéticas ojeras o las bolsas y, sin darnos cuenta, nos hemos puesto muchos años encima.