La piel de cada persona es diferente y está afectada por distintos factores: genéticos, los cuidados que ha recibido hasta ese momento, el tipo de clima donde se vive, los problemas de salud que se puedan sufrir… Con todo esto es fácil deducir que las necesidades de cada persona son distintas más allá de su edad y de si tiene piel seca, grasa o mixta.