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Bioestimulación

Publicado en Dermatología Estética el lunes, 4 marzo 2019
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Aunque la cirugía plástica ha avanzado mucho y sus resultados son cada vez más naturales y convencen a más personas, lo cierto es que la mayoría agradecen no pasar por el quirófano para luchar contra los signos del envejecimiento o, al menos, retrasarlo lo más posible.

Por este motivo, la medicina estética ha investigado mucho tratando de buscar métodos para ayudar a rejuvenecer el aspecto de las personas sin utilizar el bisturí. Lo último en este terreno es la bioestimulación.

¿Cómo afecta a la piel la falta de colágeno?

El aspecto de la piel de una persona sana con veinte años es muy distinto al de una persona sana de cuarenta. La persona de veinte tiene la piel mucho más luminosa, con un aspecto sedosos, totalmente lisa y sin marcas de expresión. A los cuarenta, aunque se haya cuidado mucho la piel, esta ha perdido ya parte de esa luminosidad y es normal que haya marcas de expresión e incluso arrugas.

El colágeno es una proteína que, entre otras cosas, es responsable de la elasticidad de la piel y de su renovación celular. A partir de los treinta, su producción comienza a decrecer progresivamente. La primera de las consecuencias de esto es que la piel pierde elasticidad y no recupera su aspecto tan rápidamente como antes cuando se realizan movimientos con el rostro. Al sonreír, al hablar, al gesticular… la piel se arruga. En una persona joven, al regresar al gesto normal y relajado la piel vuelve a su aspecto normal sin problemas pero cuando se va perdiendo colágeno deja de estirarse por completo y comienzan a aparecer las marcas de expresión que suelen verse con frecuencia en el entrecejo, el contorno de ojos o en las comisuras de los labios. Con el paso del tiempo, las marcas de expresión dan lugar a las arrugas.

Debido a que la piel no se regenera con la misma rapidez, también se pierde luminosidad en el rostro e incluso los tejidos que tienen que soportar la estructura del óvalo facial se vuelven más flácidos y se producen ligeros descolgamientos. La progresión de estos síntomas va a depender del tipo de piel, de los cuidados que la persona le otorgue y hasta del tipo de clima y de los niveles de contaminación de la zona en la que se vive.

¿Qué métodos hay para aportar colágeno a la piel?

Ahora que sabemos qué es lo que sucede cuando se reduce la producción de colágeno es fácil entender por qué casi todos los productos anti edad lo contienen. Vamos a ver cuáles son los principales métodos para aportar colágeno a la piel.

-Tratamientos cosméticos caseros: Es la vía tradicional para aportar colágeno a la piel mediante cremas, serums, mascarillas, ampollas y otros tratamientos para usar en casa. Este tipo de productos se aplican sobre la piel.

La principal ventaja de este método es que es el más sencillo de aplicar, también suele ser el más económico ya que hay cremas para todos los bolsillos y, además, no es necesario mucho tiempo para realizar el tratamiento.

El punto débil de estos tratamientos está en que no todas las cremas contienen la misma cantidad de colágeno ni este es de la misma calidad. Pero incluso en los mejores casos, las cremas solo pueden penetrar en las capas más superficiales de la piel y lo que aportan tiene una duración muy limitada.

-Complementos alimenticios: Este tipo de tratamiento también se lleva a cabo en el hogar. Los complejos alimenticios no son medicamentos, aunque pueden ser recomendados por un dermatólogo. Son productos pensados para ayudar a cubrir carencias, en este caso la del colágeno. Su uso cosmético suele dar buenos resultados y que se ayuda a mejorar desde el interior, a dónde las cremas no pueden llegar.

Su principal ventaja es la comodidad, ya que solo hay que tomar los comprimidos o los polvos. Además, no suelen ser muy caros.

Su punto débil es que, aunque ayudan a mejorar los efectos de las cremas, sus efectos quedan todavía lejos de otros tratamientos realizados por profesionales.

– La alimentación: A través de los alimentos también aportamos colágeno al cuerpo aunque solo una pequeña porción es recibida por la piel. Alimentos como la gelatina natural, el pescado azul o las legumbres contribuyen a la producción de colágeno.

-Tratamientos cosméticos profesionales: Son los aportes de colágeno que se llevan a cabo por parte de profesionales. Esto incluye los tratamientos médicos cosméticos. Tras un análisis de la piel de la persona que quiere tratarse y sabiendo qué es lo que espera de su tratamiento, el profesional le dirá cuál es el más adecuado para solucionar su problema y conseguir los resultados que está buscando.

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La principal ventaja de estos tratamientos es que penetran mucho mejor en la piel y resultan por tanto mucho más efectivos. Acudiendo a un centro de calidad, se garantiza que se va a recibir un colágeno adecuado y que los efectos van a ser mucho más intensos y duraderos que los de una crema. Al ser aplicados por profesionales estos tratamientos, además de colágeno, pueden aportar a la piel otros nutrientes que pueda necesitar.

El punto débil de estos tratamientos es que en algunos casos pueden resultar algo caros e implican tiempo para su aplicación, aunque a cambio se consiguen resultados muy satisfactorios. Además, la persona tendrá que seguir usando cosméticos en su hogar para poder alargar los efectos de estos tratamientos.

– Bioestimulación: La bioestimulación es la técnica que estudia la estimulación de las células que se encargan de la producción del colágeno, los fibroblastos, logrando que estos continúen trabajando al mismo ritmo que lo hacían en su mejor momento.

¿Qué ofrece de novedoso la bioestimulación?

Todos los tratamientos que hemos visto, tanto los tratamientos cosméticos caseros como los profesionales, tienen como principal misión aportar colágeno. Aunque también intentan estimular su producción, esto es algo secundario que logran en muy pequeño porcentaje.

La bioestimulación se centra en estimular la producción del colágeno en lugar de aportarlo por otras vías. Por eso es tan importante, ya que consigue que la producción natural no disminuya o, al menos, lo haga a un ritmo mucho menor.

De esta manera se consigue que la edad biológica de la piel no avance al ritmo que le correspondería por naturaleza, sino que, por decirlo de una forma sencilla, la piel cumpla años a un ritmo mucho más lento del que marca el calendario.

El Sistema HIFU SONIC LIFT (High-Intensity Focused Ultrasound)

El sistema HIFU SONIC LIFT es una de las técnicas más avanzadas en bioestimulación a través de los ultrasonidos y lo tenemos disponible en nuestra clínica. Este tipo de tratamiento es capaz de actuar sobre la capa de la piel, la más profunda de grasa e incluso en el SMAS del platisma situado bajo la capa de grasa.

Dado que cada persona tiene una piel diferente y unas características distintas, el tratamiento es totalmente personalizado y permite actuar con más intensidad en las zonas en las que cada persona lo necesita.

Al trabajar con ultrasonidos no es un tratamiento doloroso, por lo que no es necesario sedar al paciente y tampoco deja marcas, lo que permite que se pueda realizar en cualquier momento del año y hacer vida normal tras realizar una sesión. Por estos motivos ha superado a los anteriores tratamientos con agujas.

 
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