Ni con la mejor cosmética es posible detener el proceso de envejecimiento de la piel. Se trata de un proceso totalmente natural que afecta a todo el mundo. Sin embargo, solo hay que echar un vistazo alrededor para ver que no a todo el mundo le afecta por igual. Eso nos indica que hay factores que influyen en este proceso y que pueden hacer que se acelere o que vaya un poco más lento.
Es cierto que uno de los factores que influyen en que el envejecimiento de la piel sea más o menos rápido es la genética. Pero no hay duda de que los cuidados que se le den a la piel son muy importantes también para conseguir una piel joven durante más tiempo. La hidratación, la nutrición, la protección y la aplicación de tratamientos de cosmética específicos contribuyen a que la piel conserve su mejor aspecto.
La cosmética es importante para ralentizar el proceso de envejecimiento de la piel pero no toda la cosmética es igual de efectiva ni tampoco lo es usada de cualquier manera. Por eso, combinar unas buenas rutinas de tratamiento con el uso de los principios activos adecuados es la mejor fórmula para lograr que los productos elegidos cumplan con su función.
Rutinas de tratamiento
Las rutinas de tratamiento son bastante similares a lo largo de la vida, si bien es cierto que cuánto mayor se va haciendo la persona más importancia tienen. Pero conseguir unos buenos hábitos desde la adolescencia ayuda a que la piel esté bien cuidada desde siempre.
Por la mañana se debe aplicar una crema que puede ser simplemente hidratante en una primera etapa y que debe de estar reforzada por diferentes principios activos que aparecen en las indicaciones según se van cumpliendo años. En cualquiera de los casos, la crema elegida debe de tener un factor de protección adecuado para la época del año en la que se utilice.
Usar protección solar durante todo el año evitará los daños que se producen en la piel por el efecto acumulativo a lo largo del tiempo, reduciendo no solo el riesgo de manchas en la piel, sino también el de llegar a padecer cáncer.
Independientemente de que se use tan solo la crema cosmética o que se use algún tipo de maquillaje, por la noche debe de realizarse una rutina de limpieza de la piel. Una leche limpiadora, syndets o aguas micelares dependiendo del tipo de piel, ayudarán a retirar los restos de cremas o maquillajes, pero también el polvo acumulado a lo largo del día, los restos de contaminación etcétera.
Un tónico ayudará a refrescar la piel y a dejar una mayor sensación de limpieza. Para acabar con la rutina se debe de aplicar una crema de noche. Durante la noche es cuando el cuerpo realiza sus labores de regeneración y esto incluye a la piel. Darle a la piel vitaminas y ayuda durante la noche para que se regenere de manera más eficiente contribuye a mantener su juventud.
Además de estas rutinas diarias se deben de realizar cada cierto tiempo limpiezas profundas de piel, como peelings y también tratamientos hidratantes en profundidad en una clínica dermatológica. El dermatólogo será el que determine la frecuencia de este tipo de tratamientos.
Veamos ahora los diferentes principios activos que aparecen en las indicaciones de los productos cosméticos y qué es lo que aportan a la piel.
Ácido hialurónico
El ácido hialurónico forma parte de las células que conforman nuestra piel y también nuestras articulaciones, por lo que se utiliza no solo en cosmética, sino también en traumatología. Para tratamientos cosméticos se utiliza principalmente el ácido hialurónico reticulado.
Es frecuente el uso de este ácido para rellenos en el rostro, que aportan más juventud y ayudan a corregir las pequeñas arrugas y la flacidez. Se aplica principalmente en los pómulos y en los labios.
En una crema, el ácido hialurónico también aporta volumen aunque en menor medida. Pero si se es constante en su uso, los beneficios de las cremas que lo contienen son más que evidentes. La piel está mucho más hidratada ya que ayuda a acumular agua y además mejora las condiciones del sistema celular de la piel.
La vitamina C
La vitamina C aporta muchísimas ventajas a la piel. Para empezar, su efecto más inmediato es que devuelve la luminosidad a las pieles apagadas, por eso se recomienda usar cremas que la contienen a las personas que tienen la piel apagada, como sucede por ejemplo con los fumadores. Muchas cremas de efecto inmediato llevan esta vitamina.
Pero la vitamina C es ante todo un poderoso antioxidante. Ayuda al cuerpo a combatir el exceso de radicales libres, que son los causantes del envejecimiento de todo el cuerpo, incluida la piel. Pero también tiene un importante papel en la síntesis del colágeno, el cual es vital para la hidratación y elasticidad de la piel.
Aunque se tome una dieta rica en vitamina C esta raramente llega a la piel, por lo que su aplicación en cremas y serums es muy importante para que esta se pueda mantener muy joven.
Ácido retinoico
El ácido retinoico se puede encontrar en muchas ocasiones en la lista de principios activos que aparecen en las indicaciones de las llamadas cremas antiedad y no le faltan motivos. Son muchos los beneficios que aporta a la piel. Para empezar, activa la producción de colágeno natural y ya hemos hablado de lo importante que es para la juventud de la piel.
Tiene además propiedades antiarrugas y reafirmantes, por lo que resulta perfecto para combatir las arrugas, pero también las marcas de expresión que pueden llegar a originarlas. Si conseguimos que una marca de expresión tarde en convertirse en una arruga estaremos ganando mucho tiempo de juventud para la piel.
Además de estas importantes propiedades también se utiliza para combatir pequeñas manchas de la piel y es un poderoso antioxidante. Por todo esto, se considera uno de los principios activos de la cosmética más importantes y más efectivos cuando se trata de mantener la juventud de la piel.
Los alfahidroxiácidos
Se conocen también como AHA o como ácidos frutales ya que se extraen principalmente de las frutas y de las verduras. Ayudan a la producción de colágeno y tienen un cierto efecto exfoliante que favorece la regeneración de la piel. También contribuyen a regular la producción de sebo de la piel.
Pero la propiedad más importante de los alfahidroxiácidos es que favorecen la penetración en la piel de otros principios activos de las cremas. Es decir, además de que por sí mismos ayudan a rejuvenecer la piel también aumentan la efectividad del resto de ingredientes ya que contribuyen a abrir paso a través de los poros de la piel consiguiendo así que estos principios puedan llegar al interior de la piel y actuar en profundidad.
Sus propiedades se conocen desde hace más de cuarenta años y existen diferentes tipos de alfahidroxiácidos siendo los más utilizados los siguientes:
-Ácido glicólico. Procede de la caña de azúcar y es el que más penetra en la piel. Se usa principalmente para peelings.
-Ácido láctico. Procede del yogur y ayuda a retener el agua en la piel además de tener propiedades antimicrobianas.
-Ácido cítrico. Procede de las frutas cítricas y es una gran ayuda para regenerar la piel, además de que colabora en su desinfección.
Existen también otros alfahidroxiácidos como el ácido málico, que procede de la manzana o el tartárico que se extrae del jugo de la uva.
Los péptidos
Los péptidos en cosmética se utilizan principalmente para combatir las arrugas más profundas y que son las más complicadas de tratar. Esto lo logra estimulando la producción de colágeno y de elastina. A partir de los cuarenta, la producción de estas sustancias de manera natural comienza a ser cada vez menor.
Cuando una crema cuenta con péptidos entre los principios activos que aparecen en las indicaciones sabemos que estamos ante un producto que ayudará a la regeneración de la piel y a que estas sustancias tan importantes vuelvan a ser producidas por el organismo.
Con estas explicaciones resumidas sobre las actuaciones de los principios activos contenidos en las principales cremas tratantes, es fácil darse cuenta de la importancia de la cosmética para conseguir que el envejecimiento de la piel sea mucho más lento.
