Los cuidados de la piel de cara al verano son muy importantes para que nos veamos con el mejor aspecto posible y, lo más importante, tengamos una piel sana de cara a un momento del año en el que va a estar expuesta a muchas agresiones debidas al sol, al salitre o al cloro de la piscina.
Por todo esto, es muy importante saber cómo cuidar la piel ahora, justo a un paso de que lleguen los días más cálidos y podamos comenzar a pensar en el bronceado.
Durante el verano nos fijamos más en la piel de todo el cuerpo porque la exponemos, por eso es frecuente darse cuenta de que algún lunar ha cambiado de aspecto o de que ha aparecido alguna mancha nueva. En estos casos, es fundamental acudir al dermatólogo lo antes posible para que pueda examinarnos. También podrá explicarnos cómo cuidar la piel y protegerla del sol.
Los efectos del sol en la piel son acumulativos, por eso, saber cómo cuidar la piel antes, durante y después de una sesión de sol es básico para que se mantenga bonita, sana y para que solo recibamos del sol sus beneficios, sin vernos afectados por la parte más negativa del Astro Rey.
Cómo cuidar la piel antes de tomar el sol
Vamos a dar algunos consejos claves sobre cómo cuidar la piel antes de tomar el sol. La piel se comienza a cuidar mucho antes del primer día de playa y, para que esté totalmente lista, dos son los pasos que hay que seguir:
La exfoliación. Es uno de los cuidados de la piel básicos. La exfoliación permite eliminar todas las células muertas de la piel para que pueda renovarse. Para llevarla a cabo es recomendable un peeling corporal y otro facial. En algunos casos, se pueden llevar a cabo tratamientos específicos para zonas problemáticas como los pies o las rodillas, ya que van a quedar mucho más visibles con la llegada del buen tiempo y se hace necesario que su aspecto sea el mejor. Una piel sana es siempre la más bonita, así que consiguiendo eliminar las células muertas se contribuye a ambas cosas.
La hidratación. Tras la exfoliación es importante hidratar la piel, no solo con las rutinas que se deben de llevar a cabo cada día en casa, sino con un tratamiento hidratante más profundo para el rostro y para el resto del cuerpo que se pueden llevar a cabo en un centro especializado. Así, estará en su mejor momento, habrá recibido todos los cuidados de la piel que necesita y estará totalmente preparada para la llegada del sol.
Además de estos tratamientos que se pueden llevar a cabo en una clínica dermatológica en la que nos aconsejarán cuáles son los mejores productos para nuestra piel en concreto, se pueden también realizar diferentes rutinas en casa.
Usar cremas hidratantes con factor de protección. Cada día, antes de salir de casa, usar una crema hidrante y un maquillaje con factor de protección. Así, habrás llevado a cabo un protocolo básico de cómo cuidar la piel durante todo el año.
Utilizar una crema protectora en la piel expuesta. Hombros, brazos, piernas y escote a menudo quedan expuestos con la llegada del buen tiempo. Es común olvidarse de usar una crema protectora cuando se va a trabajar o se van a realizar recados, pero el sol puede quemarnos de igual manera.
Limpiar la piel todas las noches. La piel, especialmente la del rostro, debe de limpiarse cada noche quitando el maquillaje y los restos de cosméticos. A continuación, se puede usar un tratamiento para la noche. La piel del cuerpo se limpia con la ducha diaria, sea esta por la noche o por la mañana. Con estos cuidados de la piel a lo largo de todo el año, esta se mantendrá bonita y con un aspecto sano.
Si se va a la playa o a la piscina, usar una crema protectora adecuada para tu tipo de piel. La crema hay que reponerla cada hora y media o dos horas y cada vez que se salga del agua. Incluso si no es todavía verano y se va por poco tiempo, es necesario hacerlo y es uno de los cuidados de la piel básicos. De hecho, es el más importante.
No se deben de usar perfumes cuando se va a tomar el sol. El alcohol de los perfumes y de las aguas de colonia pueden causar manchas en la piel. Entre las recomendaciones sobre cómo cuidar la piel está la de que al llegar el buen tiempo y el sol, se cambien este tipo de productos por aguas de ducha con olor pero sin alcohol. El perfume, cuando llega el sol, se debe de usar exclusivamente por la noche.
¿Es verdad que el solárium prepara para la piel de cara al verano?
En muchos blogs se puede leer la afirmación de que entre los cuidados de la piel de cara al verano está el de tomar algunas sesiones de rayos UVA. Supuestamente, acudiendo al solárium y bronceándose previamente, se evita que la piel se queme y que la acción del sol sea tan perjudicial. Sin embargo, esto es totalmente falso.
El solárium no solo no prepara la piel para la exposición al sol sino que además, simultanear ambas cosas está contraindicado y aumenta los efectos perniciosos del sol. Por eso, no lo verás en ninguna guía seria que explique cómo cuidar la piel de cara al verano.
Para las personas que tienen antecedentes de cáncer de piel en la familia, los rayos UVA están contraindicados ya que pueden multiplicar el riesgo de sufrir algún melanoma. Tampoco se deben de aplicar en personas con piel y ojos muy claros, las que generalmente piensan en este tipo de rayos como forma de preparación para el sol, ya que son las que más se queman.
Por último, es importante señalar que muchas personas creen que una vez que están morenos ya no necesitan usar protector solar. Esto no es así, el tono moreno no es ninguna protección para la piel y el protector solar hay que usarlo siempre, sin excepciones.
Cuidados de la piel tras una sesión de sol
Tras un día de playa tocan los cuidados de la piel fundamentales para que se recupere de los efectos perniciosos del sol. Si se ha usado un bronceador de la forma correcta los efectos negativos del sol serán mínimos, pero aun así existen.
Lo primero en la lista de cómo cuidar la piel es tomar una ducha para refrescar todo el cuerpo, eliminar los restos de protector y para que este comience a hidratarse. Aplicar una crema hidratante corporal en todo el cuerpo es importante. Si se nota efecto calor en la piel es porque hemos excedido el tiempo recomendable de estar al sol o porque no hemos usado bien el bronceador. En estos casos, se puede usar una crema específica para después del sol con efecto refrescante para la piel.
En el resto de los casos se puede usar una crema hidratante de aceite de oliva o de manteca de karité, por ejemplo, ya que ambos elementos son muy hidratantes y suavizan mucho la piel. Para el rostro puedes usar agua termal para refrescarlo y una crema de noche con ácido hialurónico que favorezca la hidratación.
Si ves que la piel se está desprendiendo por algunas zonas no frotes ni realices ningún tipo de exfoliación ya que esa área estará especialmente sensible. Limítate a hidratarla y toma nota de que la próxima vez, no debes estar tanto tiempo al sol.
Si llevas a cabo estos cuidados de la piel, verás cómo se mantiene bonita durante todo el verano y se ve luminosa e hidratada, disfrutando de un bronceado natural y muy atractivo.
