¿Qué es el herpes?
El herpes es una enfermedad vírica que puede portarse sin padecerse. Cuando hace su aparición lo habitual es que se manifieste con vesículas en racimo rodeadas por un aro rojo. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo dependiendo del tipo de herpes que sea.
¿Cuántos tipos de herpes existen?
Existen principalmente dos tipos, el herpes zóster y el herpes simple.
-El herpes zóster está causado por la reactivación de un virus latente de la varicela zóster. No es muy común, se cree que solo un 20% de la población lo padece y en gran parte de estas personas está latente, pero no se reactiva. Se le conoce popularmente como culebrilla.
Una bajada en las defensas puede desencadenar una reactivación del virus. El zóster resulta doloroso y debe de tratarse con diferentes fármacos como analgésicos más o menos potentes, antivirales y esteroides.
El dermatólogo debe de ser el encargado de diagnosticarlo y tratarlo. Pero en el caso de que afecte al ojo es importante que actúe también el oftalmólogo ya que puede causar daños permanentes en la visión.
Si no se trata a tiempo puede acabar causando dolor crónico en la zona e incluso parálisis facial si afecta a los nervios de la cara, una de las áreas del cuerpo donde más habitualmente aparece este tipo.
Este tipo es muy diferente del simple, el más habitual.
-El herpes simple es una enfermedad vírica y contagiosa que se calcula que afecta hasta a dos tercios de la población. Pero portar el virus no implica padecer sus síntomas. Existen dos tipos diferentes:
* Simple de tipo I: afecta principalmente a la cara, la boca parte superior del cuerpo en general. Pero puede afectar a la parte inferior del cuerpo.
* Simple de tipo II: es el que afecta en mayor medida a los órganos sexuales, aunque también puede darse en la boca.
Dado que el simple es el más frecuente y al que normalmente nos referimos al hablar de esta enfermedad, a partir de ahora hablaremos exclusivamente sobre el mismo.
¿Cómo se contagia el herpes simple?
La forma de contagio es directo. La mayoría de las personas evitarían el contacto directo con alguien que tenga síntomas, es decir, que tenga las características vesículas. Pero el problema es que, como hemos dicho, muchas personas desconocen que padecen este problema porque no tienen ningún síntoma.
Una de las formas más frecuentes de contagio del herpes simple tipo I es mediante los besos. El herpes de tipo II se contagia, frecuentemente, por contacto sexual. El contagio es muy fácil incluso utilizando preservativo, ya que el roce con las partes íntimas de la otra persona es inevitable y basta el contacto directo piel con piel para su contagio.
¿Tiene cura el herpes?
Hoy por hoy, el herpes no tiene cura, pero sí tiene tratamientos encaminados a mejorar sus molestos síntomas. Los dermatólogos pueden ayudar con este problema al igual que pueden dar tratamiento para controlar los brotes si se producen.
Aunque no tiene cura y es contagioso, no implica el final de la vida sexual de la persona. Dado que los dos tercios de la población portan este virus, la mayoría de las parejas conviven con él sin problemas. Para ello deben de evitar las relaciones íntimas cuando hay brotes, utilizar preservativo a no ser que se mantenga una relación estable y se esté dispuesto a asumir el riesgo de contagio y, en definitiva, seguir los consejos del dermatólogo para atajar los brotes ante el menor síntoma.
Es especialmente importante seguir los consejos del médico si se desea tener hijos y se padece herpes genital, pero es totalmente falsa la idea de que no se puede ser madre si se padece de herpes.
