La mesoterapia facial es una técnica para paliar los efectos del envejecimiento de la piel del rostro. Con el paso de los años, la piel comienza a perder colágeno y con esto pierde también hidratación. A esto hay que añadir los daños producidos por el sol, el frío y por la contaminación, así como los movimientos repetidos a lo largo de muchos años (por ejemplo fruncir el ceño).
La pérdida de colágeno hace que la piel no se recupere como antes, que cada vez se vuelva un poco menos elástica y que por tanto, comiencen a aparecer pequeñas marcas de expresión en las zonas en las que es más sensible, como las comisuras de los ojos, sobre la nariz o alrededor de los labios.
Estas marcas de expresión se convierten en arrugas con el paso de los años y se extienden cada vez a más zonas. Es el proceso normal de envejecimiento, que varía en cada persona según su genética y las circunstancias que haya vivido, pero que afecta a todo el mundo.
Gracias a técnicas como la mesoterapia facial es posible frenar este proceso de envejecimiento y lograr dar un paso atrás, consiguiendo un aspecto mucho más joven de la piel.
¿Qué es la mesoterapia facial?
La mesoterapia facial es una técnica de rejuvenecimiento de la piel que se basa en la introducción de vitaminas, ácido hialurónico, encimas o productos homeopáticos entre otros, siempre bajo la primera capa de la piel.
Las cremas hidratantes y nutritivas pueden actuar sobre la piel, pero el problema es que la parte que esta absorbe es muy pequeña, por lo que no aprovecha bien todas las virtudes de la crema. En la mesoterapia se introducen justo bajo la primera capa de la piel todas estas vitaminas y la hidratación que la piel necesita.
Al eliminar la necesidad de que la piel la absorba, la actuación es mucho más intensa y se nota mucho más. La diferencia es notable. Las cremas hidratantes y nutritivas pueden utilizarse para prolongar un poco más el efecto de la mesoterapia facial.
¿Para qué sirve la mesoterapia facial?
El ácido hialurónico sirve para hidratar la piel. Las vitaminas para nutrirla. La combinación de todo esto hace que la piel vuelva a estar hidratada y por tanto pueda recuperar su tersura original. Al tensarse, las arrugas se suavizan y el aspecto del rostro es más juvenil.
Pero además, con la mesoterapia facial se combate también la flacidez que aparece con el paso de los años y que desdibuja el óvalo facial. La piel se verá más firme, más tersa y más luminosa por lo que la persona se verá y la verán mucho más joven.
Gracias a esta técnica también se pueden tratar pequeños defectos de la piel gracias a la estimulación de la regeneración de la misma.
Es interesantes saber que esta técnica se puede aplicar también de forma preventiva, es decir, la persona puede realizarse sesiones de mesoterapia para que su piel esté bien nutrida e hidratada y de esta manera retrasar la aparición de los primeros signos del envejecimiento.
El dermatólogo especialista en tratamientos estéticos será el encargado de recomendar cuándo se debe de comenzar a realizar este tipo de tratamiento.
¿Cómo se realiza la mesoterapia facial?
La mesoterapia facial se realiza mediante micro inyecciones que se aplican a nivel del estrato epidérmico. No son muy dolorosas, normalmente el paciente solo nota algunas pequeñas molestias.
En algunos casos, sobre todo cuando se tiene la piel muy sensible, pueden quedar pequeñas marcas de pinchazos o ligeras inflamaciones en la piel. Normalmente, desaparecen al día siguiente. No está contraindicado maquillarse, así que muchas mujeres optan por hacerlo para que no se les noten esas marquitas.
El tratamiento se suele dividir en varias sesiones que dependerán de la persona, los resultados que se quieren conseguir y también del método de trabajo del dermatólogo que lleve a cabo el tratamiento.
El efecto dura entre nueves meses y un año, debiendo de volver a realizarse retoques transcurrido este tiempo.
