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Prevención del cáncer cutáneo

Publicado en Dermatología General el lunes, 9 octubre 2017
Cancer cutaneo

Bajo el nombre de  cáncer cutáneo se engloban toda una serie de problemas muy diferentes, con distintos diagnósticos y tratamientos, que se originan en la piel. Muchos de estos problemas de cáncer de piel tienen un origen común: la exposición al sol. Por eso, los tratamientos preventivos son básico en estos casos.

Prevenir el cáncer cutáneo

La prevención del cáncer cutáneo comienza en la infancia. No debemos de olvidar que los efectos nocivos del sol sobre la piel son acumulativos y por tanto hay que empezar a prevenirlos desde el primer momento.

Los bebés tienen una piel extremadamente sensible y por eso, antes de los seis meses, no deberían de estar expuestos al sol. Deben de tener su piel protegida siempre con ropa fina, gorros y manteniéndolos bajo sombrillas. A partir de los seis meses pueden comenzar a exponerse, pero siempre con protectores adecuados y evitando las horas de mayor intensidad solar.

Cáncer cutáneo

Durante el invierno no percibimos el efecto del sol de la misma manera que durante el verano, pero que no nos quememos o no tengamos calor no quiere decir que no esté actuando sobre la piel. Por eso, se recomienda que durante todo el año se utilicen cremas protectoras para la cara. Una crema hidrante normal que incluya protección solar vale perfectamente para este fin.

Con cierta frecuencia se debe de revisar la piel de todo el cuerpo. Nos debemos de ocupar de revisar la piel del niño para ver si han aparecido nuevas manchas o lunares o si los que ya existen pueden haber cambiado de forma o de color. También debemos de revisar la propia, o bien con la ayuda de espejos o de otras personas.

Ante cualquier cambio o picazón anormal hay que acudir al dermatólogo para que observe lo que sucede y pueda hacer una valoración, ya sea exclusivamente visual o realizando las pruebas que considere oportunas para descartar cáncer cutáneo.

Dentro del cáncer de piel podemos hablar de tres grandes grupos: precáncer,  melanomas y  cáncer no melanoma.

Precáncer

Bajo el nombre de precancer están recogidas todas aquellas lesiones que todavía no son cáncer pero que podrían llegar a convertirse en ello. Entre todas, la más frecuente es la queratosis actínica.

Las queratosis actínicas son pequeñas lesiones en la piel que aparecen en zonas que se han visto expuestas al sol durante periodos prolongados. Un ejemplo son las queratosis actínicas que aparecen en las cabezas de hombres calvos aunque pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo. A veces no son muy visibles, sino que más bien se notan al tacto, al sentirse la piel áspera y diferente en esa zona.

Si no se realizan tratamientos preventivos estas lesiones pueden acabar degenerando en cáncer cutáneo, concretamente en carcinomas escamosos.

Cáncer no melanoma y cáncer melanoma

El cáncer no melanoma es el más frecuente de todos. Dentro de ellos el más habitual es el carcinoma basocelular.

El cáncer tipo melanoma es el que deriva de nevus (lunares) preexistentes o de aparición reciente. Es el menos frecuente pero también el más grave de todos. No obstante, solo un 2% de los casos de cánceres de piel son melanomas.

Antes de proceder a cualquier tratamiento dermatológico de manchas en la piel hay que tener un diagnóstico de las mismas para descartar que pueda tratarse de cáncer cutáneo. Por esta razón es tan importante realizarse este tipo de tratamientos en centros médicos especializados.

 
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